Si deseas saber si un jamón es 100% ibérico de bellota con certeza, hay una serie de trucos sencillos para poder identificarlo. Como nos cuentan los expertos de iberjagus.com, debemos saber que hay tres clases de jamón ibérico y las cuales dependen de la alimentación que haya recibido el animal a lo largo de su vida.
Vamos con ellos:
De bellota
En el periodo denominado de montanera, el cerdo solo consume bellotas, hierbas y demás frutos de la dehesa.
De cebo de campo
El animal se encuentra en el campo en libertad y se alimentará de piensos que proceden de cereales, frutos o de hierbas.
De cebo
Aquí el animal solo se habrá alimentado de piensos elaborados con cereales y leguminosas.
La diferencia que hay entre ellos va a ser la alimentación como decimos, puesto que si comió pienso es jamón ibérico de cebo, pero si en la alimentación se incluyen las bellotas pasa a ser jamón ibérico de bellota.
Hay otra clasificación que es la que atienda a la pureza que tenga la raza, lo que hace que se puedan encontrar con cerdos:
Cerdos 100% ibéricos: los que proceden de padre y madre que son cien por cien cerdos ibéricos.
Cerdos 75% ibéricos: proceden de madre que es cien por cien raza ibérica y el padre Es cincuenta por cien ibérico.
Cerdos 50% ibéricos: la madre es cien por cien ibérica y el padre procede de cualquier raza de cerdo blanco.
Existen especialistas en productos ibéricos que nos pueden dar consejos y recomendar así dependiendo del presupuesto o de los gustos.
¿Qué claves hay para identificar un jamón ibérico?
Debemos fijarnos en cuál es el color que tiene la pezuña de la pata. Hay que tener claro que la uña tiene que ser negra, motivo por el que se dice la clásica expresión “de pata negra”.
El grosor que tenga la pata también es importante, para ello hay que mirar la zona de arriba que cuanto más estrecha sea será mejor. Esto lo que viene a decir es que el cerdo ha vivido con más movimiento y se encuentra así más estilizado y es más puro. Si la pata no es tan delgada y alargada será un híbrido.
El tercero punto es el prestar atención a lo que pesa el cerdo, no deberán ser ni pocos ni muchos kilos, tendría que ser entre siete kilos y medio y ocho kilos y medio.
Debemos saber que tiene que contar con una buena curación, donde va a influir en el sabor que tendrá el jamón. Los ibéricos puros tienen un sabor más denso y unas notas más duraderas en el paladar.
La etiqueta del jamón ibérico
Cuando se compra jamón ibérico hay que fijarse en la etiqueta. Si es blanca será jamón ibérico de cebo que estará alimentado a base de piensos. Cuando es roja va a tener del orden de un cincuenta al setenta y cinco por ciento de ibérico de pura raza. En el caso de que sea negra es un 100 por 100 ibérico.
Vetas y cuidados para el jamón ibérico
Cuando lo abrimos es más sencillo identificarlo. Para ello se deben ver las vetas de grasa que están rodeando la parte que es magra. Cuando el color es rosado y las ventas son blancas se forman rayas en la totalidad de la pieza, lo que nos dice que no son totalmente ibéricos.
Lo que confirma de verdad que es ibérico es el color cereza y un bloque de grasa que no se mezcle con el resto. Cuando el jamón tenga multitud de vetas hay que sospechar que no hablamos de pura raza de pata negra.
Si se compra jamón al corte, se debe consumir ese mismo día, pues suele contar con una elevada oxidación. Cuando se mete en el interior de la nevera, se endurecen y cuando se deja en el exterior la grasa termina por evaporarse.
De cara a que se conserve la pata es mejor poner un paño de lino sobre ella para taparlo y aprovechar la capa de arriba del jamón cuando se abre, que es grasa y se coloca sobre él para que no se seque.
La mejor idea es que se envase al vacío en el caso de que tardemos en consumirlo. Hay sitios donde lo envasan al vacío para que se pueda conservar estupendamente y la duración sea mayor.
Seguro que ahora lo tienes mucho más claro y sabes todas las claves para una mejor selección del jamón. Disfrútalo y ya sabes, comparte con tus familiares y amigos el contenido si te ha parecido útil.