Vamos a empezar siendo sinceros: de toda la vida las personas han tenido deudas. Desde que se inventó el trueque, ya alguien le debía algo a otra persona, ya sea un bien material o servicial, independientemente de la suma de dinero, claro está. Con el paso del tiempo, el encarecimiento masivo de productos y servicios ha provocado que acabemos gastando mucho más de lo que ganamos, tirando de pagos a plazos, tarjetas de crédito o incluso las igualmente famosas y odiadas tarjetas revolving.
Esto a simple vista es algo que le ha pasado a todo el mundo, aunque aquí venga el listo de turno a decir algo como “no sé a quién se le ocurre gastar un dinero que no se tiene”, el caso es verse en la situación de pagar las facturas y la comida, que se te estropee la cisterna del WC y no tener suficiente para realizar la reparación ni poder contar con nadie que te preste esa cantidad. Ahí es cuando uno se plantea seriamente estas decisiones, en la necesidad.
Esto, por ejemplo, es lo que nos ha pasado a muchos jóvenes a causa de tener que gastar más de lo debido en productos que son incluso básicos con salarios que están por los suelos. Otros han querido emprender en su pequeño negocio y ningún banco o entidad ha confiado en su proyecto, así que, al no recibir préstamo o ayuda alguna, han tenido que invertir ellos mismos de su bolsillo (con lo poco o nada que ganan) con todos los inconvenientes que esto conlleva. Es por eso que, si te encuentras en esta situación y te estás planteando muy seriamente el utilizar alguna tarjeta de estas, ten por seguro que te sacarán del aprieto ahora, pero por experiencia propia no te lo recomiendo y te arrepentirás de haberlo hecho, por tanto, es mejor que sigas estas recomendaciones:
- Probar suerte con la lotería: aunque las probabilidades son bajas, si pasas por alguna plaza o centro comercial y tienes algún euro en el bolsillo (que sabes perfectamente que se te va a ir en cualquier tontería) comprar algún rasca o echar una primitiva es una forma de intentar ganar una gran suma de dinero rápidamente, y eso lo saben bien los profesionales de Lotería La Piedad. No pienses que no te va a tocar por las probabilidades, tú piensa únicamente que solo con comprarlo ya tienes más que otro que no compre.
- Vender artículos no deseados: todos tenemos miles de cosas que solo existen para coger polvo, por lo que revisa tu casa en busca de cosas que no uses o, simplemente, ya no quieras, como ropa, juguetes, electrodomésticos, muebles o algún aparato. Si están en buenas condiciones o son reliquias para coleccionista que ya no se encuentran en tiendas, puedes venderlas en plataformas como Wallapop, Vinted, eBay o en mercadillos locales. También existe la opción de llevarlas a tiendas de segunda mano como Cash Converters que, si bien es la opción más rápida porque te compran los artículos al momento, es también la opción con la que menos dinero conseguirás, ya que estos son intermediarios entre tú y el comprador final.
- Realizar trabajos esporádicos (gig economy): plataformas como TaskRabbit o Fiverr permiten ofrecer servicios rápidos como montar muebles, hacer recados, o tareas de diseño gráfico, redacción, entre otros.
- Participar en encuestas pagadas: páginas web como Toluna, Swagbucks, o LifePoints pagan a los usuarios por completar encuestas a través de internet. No es mucho dinero, pero con el tiempo notarás cómo aumenta lo que consigues.
- Conducir para servicios de transporte o entrega: si tienes coche y tiempo libre, puedes registrarte como conductor en Uber o Cabify, o realizar entregas para empresas como Glovo o Deliveroo.
- Freelancing: si tienes habilidades específicas como escribir, diseñar, programar, o traducir, puedes ofrecer tus servicios en plataformas como Upwork, Freelancer o incluso LinkedIn.
- Alquilar una habitación o propiedad: si tienes una habitación extra o una propiedad que no uses, puedes alquilarla a corto plazo a través de Airbnb u otros servicios similares. Además, si tu propiedad se encuentra cerca de playas o lugares en los que veranear, tienes asegurado el alquiler por parte de turistas cada año.
- Trabajos temporales: busca trabajos temporales o de media jornada en tu zona. A veces, las tiendas, restaurantes y otros negocios necesitan personal extra durante ciertas temporadas como verano o navidad.
- Participar en estudios de mercado: algunas empresas pagan por participar en estudios de mercado, pruebas de productos o grupos de enfoque. Puedes buscar oportunidades en páginas web como UserTesting o Testapic.
- Ganar dinero con apps de cashback: las apps de cashback te devuelven un porcentaje del dinero gastado en compras online. Solo tienes que registrarte, acceder a las tiendas a través de los enlaces en la app, realizar tus compras, y luego recibes un reembolso en tu cuenta de la app. Una vez que acumulas suficiente cashback, puedes transferirlo a tu cuenta bancaria o PayPal. Tienes opciones como Letyshops o Beruby, también algunos navegadores te ofrecen extensiones antes de realizar cualquier compra en ciertas páginas.
Nuestra recomendación por supuesto no es que te centres en una o dos de estas opciones, sino que realices todas las que puedas ya que, evidentemente, a más frentes abras para dejar entrar el dinero, más posibilidades tendrás de éxito y más ganarás.
Puedes jugar a la quiniela y, mientras esperas el resultado, investigar sobre los estudios de mercado y las encuestas, al mismo tiempo que echas tu currículum en establecimientos para trabajos temporales. Si todo esto lo puedes realizar en los ratos libres en los que descansas de ofertarte como freelancer, mientras tienes alquilada una habitación de tu casa, ten por seguro que pronto verás cómo aumentan tus ingresos por parte de una fuente o varias. Así dicho de pronto puede abrumar, pero, hecho de manera organizada, teniendo un horario y unos tiempos establecidos para cada actividad, no tendrás problemas para llevarlo todo a la vez. Nunca olvides que, quien algo quiere, algo le cuesta. ¡Mucho ánimo!