Joyas Primavera 2022

De lo que dice una pasarela que va a estar de moda a lo que realmente llevamos por la calle hay una separación bastante importante. Imaginad que llevásemos un domingo de paseo al lado de la playa un traje de esos que parece un globo hinchado o algo similar, además de ridículo sería incómodo y poco práctico (aunque para gustos los colores). No obstante, también hay quien dice que lo se ve en las pasarelas es una exageración de lo que luego crea tendencia, siguiendo la misma línea, por lo que no es del todo descabellado echar un vistazo. Hoy, siguiendo esa idea, vamos a hablar de la joyería que estará de moda este verano.

Personalmente soy de las que piensa que en verano, con el calor y el sol (que deja sus marcas) cuánto menos lleves y más sencillo mejor. Aún recuerdo cuando hace dos o tres años me regalaron un reloj de Lotus que llevaba meses admirando en un escaparate en mi cumpleaños, en mayo, y no me lo quité hasta mediados de verano (era acuático, no penséis que no me ducho), y me di cuenta de que llevaba una línea blanca tan marcada que parecía que quería empezar una moda nueva o algo similar, tipo cebra.  Yo opto por pendientes ligeros, alguna pulsera cómoda y, sobre todo, una tobillera (me encantan en verano). Sin embargo, odio los collares en verano porque me agobian con el calor y no soporto los brazaletes o aquello que me resulte un poco pesado. Aunque claro, eso solo es mi opinión, no la tendencia global.

Este año, por lo que he visto, lo que se va a llevar es justo lo contrario a lo que me gusta a mí. Por lo que he leído en Vogue, este año quienes van a estar de enhorabuena son las que tienen un gusto más apegado a lo extremo ya que lo que va a estar a la orden del día son las piezas XL de joyería como anillos o chokers.

Las piezas que serán tendencia

  • Anillos XL: Es una de las primeras joyas tendencia en primavera-verano 2022 porque, además, es una de las más sencillas de llevar, aunque las líneas y su modo de uso pueda inducir lo contrario. Porque sí, los anillos ahora son grandes, muy grandes, y nunca se llevan en solitario: en la ecuación tienen que aparecer, al menos, dos.
  • Inspiración ochentera: tal y como explican desde Coseta, los ochenta nunca terminan de pasar de moda y por eso siempre vuelven, sobre todo en joyería y bisutería. El mayor exponente es, quizás, Saint Laurent by Anthony Vaccarello, donde, de hecho, las prendas también se recrearon en las hombreras y en las toreras. Pero también se colaron en Miu Miu, donde la tónica iba por una curiosa mezcla (como ya se está mencionando en algunas cuentas de cultura pop) entre la Mia Colucci de Rebelde (2004-2006) y Bill Gates.
  • Pendientes de aro gigantes: Si se necesita otra muestra de que el minimalismo en joyas y bisutería no está viviendo su mejor momento, es este: incluso las criollas o los pendientes de aro se transforman para adaptarse a las formas grandes, a los adornos. A cierta épica, incluso. Una primera muestra está en Versace, donde los aderezos se mantienen al mínimo, dejando que el metal sea el protagonista, pero también se puede echar un vistazo a los de Burberry, que se ensanchan en color negro. Alaïa sigue esa estela añadiendo un nuevo giro gracias a perforaciones, mientras que Fendi juega con las asimetrías. Y aunque los de Isabel Marant sean más triangulares que redondos, tampoco se pueden descartar con ligereza.
  • Cadenas: Las de eslabones, concretamente. No es ningún secreto que esta silueta lleva mucho, pero que mucho tiempo en el primer plano de las tendencias, y ahora parece haberse convertido en un imprescindible de joyero para millennials y parte de la generación Z. Por eso, no es extraño que las firmas sigan incluyéndolas y versionándolas en sus colecciones, como sucede en Rokh, colgantes mediante, Givenchy, Paco Rabanne o Valentino. Si hay que aprender algo de esas propuestas es que cuanto más cortas y más anchas, mejor.
  • Joyas del Charlestón (con flecos): Si están en la ropa, tiene sentido que den el salto también a los complementos. Lo bueno es que se permiten aparecer de un modo más canónico, como en los pendientes de Patou o Courrèges, o en el collar de Balmain, o de una manera más especial, como en la gargantilla de perlas de Chanel. Porque no solo de hilo viven estos particulares flecos.
  • Chokers anchos: Después de ver la colección de otoño-invierno 2021-2022 de Celine by Hedi Slimane, era difícil no vaticinar la vuelta de los chokers, y las propuestas de primavera-verano 2022 parece confirmar esa primera idea. El de Lanvin, brillante y oscuro, sigue esa estela joya, algo que también sucede con el plateado de Dolce & Gabbana, mientras que los de Balmain o Burberry exploran otros materiales y formas para aportar un aire incluso grunge a los looks.
  • Plata o plateado: no es que el oro vaya a morir o a desaparecer, pero tanto la plata, como el oro blanco o el acero y derivados están de moda y eso no hay quien lo dude.
  • Surrealismo: Las formas figurativas ya empezaron a hacerse un hueco en las tendencias de joyas del otoño-invierno, así que tiene sentido que continúen pasados los meses de frío. Schiaparelli sigue siendo la firma a la que mirar de manera obligatoria para experimentar con esta suerte de inspiración surrealista, ya que cualquier parte del cuerpo le puede servir para realizar colgantes o pendientes. Simone Rocha también parece haber recibido el encargo, ya que ha escogido los dientes para realizar pendientes pequeños que completaban su colección inspirada en la maternidad. Coach, en cambio, prefiere las mariposas para acercarse con diversión a esos ubicuos 2000.
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