La gente joven se sube al carro del tantra

Hay muchas maneras de disfrutar de la vida, tantas como personas se encuentran sobre el globo terráqueo. Ni que decir que todas, mientras no hagan daño a las demás personas, son perfectamente válidas y ayudan a alcanzar una felicidad que es, no olvidemos, el principal objetivo que ha de perseguir cualquier persona. Normalmente, pasar el tiempo junto a los hombres y mujeres que más queremos es una muy buena elección para conquistar esa felicidad y de eso, en parte, trata el artículo que acabáis de empezar a leer y que va a poner el foco en el tantra y en todas las experiencias que tiene reservadas para todos y todas.

El sexo tántrico viene teniendo cada vez una mayor cantidad de adeptos y adeptas tanto en España como en otros muchos países europeos. El motivo es bien simple: nos permite salir de una rutina como la del sexo tradicional y, además, hace posible que incentivamos aspectos como la relajación. En un mundo como en el que nos movemos actualmente, en el que las prisas son las compañeras de cualquier persona, incentivar la relajación a través del sexo es una de las grandes ventajas de este acto… y es el sexo tántrico, a nuestro juicio, el que es capaz de promoverlo de una manera más evidente. Y claro, eso hace que haya muchos hombres y mujeres que sientan interés por esta clase de sexo.

En una noticia publicada en la página web de Elle, se habla de 12 consejos para disfrutar al máximo del tantra y que vamos a compartir con todos vosotros y vosotras a continuación:

  • Conocer qué es exactamente y descubrir que va más allá del sexo que conocemos y que hemos visto desde que somos pequeños.
  • Hay que adoptar una actitud que sea de consciencia y meditación para sacar el máximo provecho de esta actividad.
  • Hay que liberarse de juicios y represiones morales antes de practicarlo. Seguro que de esa manera le vamos a sacar mucho más provecho a una experiencia como de la que estamos hablando.
  • Despídete de todo lo que tenga que ver con tensiones, vengan de donde vengan (trabajo, problemas con alguien de nuestra familia o dinero).
  • Conoce, explora y pon en práctica alguna de las cuestiones ligadas al sexo tántrico antes de proceder a realizarlo.
  • Es interesante que esa práctica la hagas en pareja. Pocas cosas hay más bonitas que aprender cosas juntos. Eso une muchísimo a los dos miembros de la relación.
  • ¿Por dónde empezar en lo que respecta al sexo tántrico? Lo más importante en este sentido es que armonicemos reparaciones entre las dos personas que lo vamos a realizar. Eso nos ayudará a que una persona conecte con la otra.
  • Vuestro encuentro tiene que ser íntimo y no debe haber prisas por alcanzar el orgasmo. Disfrutad de la presencia de la otra persona sin prisas.
  • Para la mujer, es idóneo que la respiración sea lenta, profunda y extendida por todo el cuerpo para conseguir que la relajación llegue hasta el último de nuestros centímetros. Para el hombre también es recomendable este tipo de respiración.
  • Para la respiración del hombre, es importante tener en cuenta que no hay que apresurarse con la erección puesto que eso puede ponernos nerviosos y no cuidar de la respiración en la medida que deberíamos.
  • Ser consciente de nuestro propio cuerpo es fundamental durante todo el proceso porque vamos a poder vivir de una manera muy intensa la respiración y todas las sensaciones que se experimentan gracias a él.
  • Es importante entender que un orgasmo no es exactamente lo mismo que la eyaculación. Iremos experimentando nuevos estados de consciencia.

Una noticia publicada en la página web del diario El Mundo en 2015 bautizaba al tantra como el arte de los mil orgasmos. Está claro que no todas las experiencias sexuales tienen la capacidad de ser definidas de esa manera y quizá sea por esto por lo que existieran tantas personas que mostraron interés en el tantra y que se situaban entre los 35 y 55 años. A día de hoy, sigue habiendo un interés creciente en esta materia, pero es cierto que el abanico de edad se ha ampliado un poco más tanto hacia abajo, enganchando a más gente joven, como por arriba, haciendo lo propio con personas que se encuentran próximas a la edad de jubilación o que incluso ya la han alcanzado.

La afición que existe por el tantra no ha parado de crecer ni en España ni en ningún otro país de la Unión Europea en lo que va de siglo. Es un fenómeno que ya podría ser considerado como de masas y que ha formado parte de la realidad de mucha gente. En la actualidad, continúa captando la atención, siendo el joven (de 18 a 30 años) su público más habitual de acuerdo a lo que nos indican desde Prem Sambhavo, una entidad especialista en todo lo que tiene que ver con talleres de tantra y la difusión del conocimiento que rodea a esta materia, que no es poco y que ya ha demostrado ser de utilidad para millones de vidas a lo largo y ancho de este mundo.

Que sean los y las jóvenes quienes están especialmente interesados en este tema no es casualidad ni mucho menos. Se trata de un grupo de población que se ha desarrollado con prisas. Prisas por aprender, por hacer exámenes e ir quemando etapas. Prisas por encontrar un trabajo y ganar dinero cuanto antes. La cultura de las prisas les ha llevado a necesitar un descanso y el tantra es una de las maneras que han abierto esa posibilidad. Lo que decimos de los y las jóvenes, como es lógico, también se puede extrapolar a unos adultos y adultas que también están sometidos a una tremenda presión cada día pero que ya estaban más acostumbrados a todo lo que rodeaba al tantra.

En la vida, no todo pueden ser prisas y más prisas. El ser humano necesita momentos para la relajación, momentos para sí mismo, para reflexionar y ser consciente de todo su ser, de todo su cuerpo. No todo lo podemos reducir a dinero y más dinero, trabajo y más trabajo, obligaciones y más obligaciones. Tenemos que encontrar la pausa que nos haga felices y que nos permita disfrutar de nosotros y nosotras mismas. Esto nos va a ser de mucha ayuda a lo largo de una vida en la que, en caso de caminar con prisas, se puede convertir en algo parecido a un infierno. Tenemos el convencimiento de que nadie desea eso ni para sí mismo ni para las personas a las que quiere.

Que el amor lo pueda todo 

Ese ha de ser siempre el deseo de todas las personas de bien. Cuanto más amor hay en la Tierra, más fácil va a ser la vida para las personas. El odio no conduce a nada, solo proporciona problemas y la verdad es que muchos de los problemas que tenemos a día de hoy en la sociedad vienen causados por rencillas que existen entre personas particulares o entre países. Estos asuntos nos proporcionan incertidumbre, preocupación e infelicidad, que son los valores que no podemos consentir que formen parte de nuestra vida bajo ningún concepto.

Que las personas disfruten de su amor a través del tantra es una opción más para hacer posible que se refuercen los vínculos amorosos entre ellas. No están haciendo nada malo y, por supuesto, es evidente que hay que evitar a toda costa huir de todos los estereotipos y falsos mitos que existen en relación a este tema. Nadie es más normal o más raro por hacer sexo tántrico o intentar aprender en qué consiste o qué ventajas proporciona. Quien no lo quiera probar, que no lo haga, pero que al menos no intimide o incomode a las personas que sí quieren disfrutar de esta experiencia tan maravillosa.

Por supuesto, el tantra ayuda a disponer de otro tipo de experiencia amorosa de la que nunca nos tenemos que desprender. Hablamos, como seguro que ya habéis imaginado, del amor por uno o una misma. La autoestima es un valor que debe formar parte de nuestra vida porque nadie nos va a valorar más que nosotros y nosotras mismas. Y nos puede ayudar, entre otras cosas, a encontrar pareja o un puesto de trabajo acorde a nuestras expectativas. Son muchos los ejemplos que existen para demostrar esto y seguro que alguna de las personas que estáis leyendo estas líneas sois uno de ellos.

El tantra puede tener un montón de beneficios para vuestra vida y es una experiencia que tenéis que vivir al menos en una ocasión. Será ahí cuando podáis juzgar si os gusta o si no, pero merece la pena darle una oportunidad. Eso sería sinónimo de darnos una oportunidad a nosotros y nosotras mismas. Y eso es justo lo que necesitamos en determinados momentos de la vida para ser felices y tener motivos para no parar de sonreír, que son cuestiones que nunca tendríamos que haber perdido y que tenemos que recuperar a toda costa.

 

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