El sol, el uso continuado de las pantallas, las horas que pasamos pegados a una pantalla de un libro o simplemente el paso de los años, son razones de peso para que nuestra viste se deteriore, forzándonos a llevar gafas o lentillas, dependiendo de la persona, aunque las gafas siempre son obligatorias.
Para las personas que desde niños llevan gafas no supone ningún drama, ya que se acostumbran desde bien pequeños a vivir pegados a unos cristales. Pero para aquellos que deben de llevar gafas siendo adultos puede ser una noticia muy desagradable porque no están acostumbrados.
Por suerte, a día de hoy existen muchos modelos de gafas que encajan perfectamente con las facciones de la cara de cada persona, pero además hay algunos trucos que se pueden utilizar con el maquillaje para que la conjunción entre gafas y rostro sea de lo más agradable.
En cualquier caso, algo que debes de hacer cuando te dicen que tienes que llevar gafas, es mirar en las diferentes tiendas para mirar los modelos más adecuados para tu tipo de cara. Dentro de cada modelo hay diferentes diseños y colores que encajan con tu personalidad.
Si no tienes ni idea de dónde empezar a mirar puedes echar un ojos a las múltiplas revistas de moda, dónde podrás comparar entre monturas de las principales marcas de gafas de sol y graduadas, e incluso puedes acercarte a tu óptica de confianza para hablas con los especialistas y beneficiarte de su aseroamiento.
En cualquier caso, en el artículo de hoy vamos a ofreceros algunos consejos relacionados con el maquillaje, para que consigáis dar a vuestros ojos una imagen realmente espectacular. Quien sabe si con estos consejos algunos de vuestros amigos y amigas van a necesitar gafas porque destelláis de entre la multitud.
Gana confianza
Opta por lo sencillo. Las gafas centran mucha atención sobre los ojos, así que lo mejor es llevar un maquillaje sencillo. Si sobrecargas tus ojos, chocarán con la montura y el diseño de tus gafas y puede resultar algo exagerado. Opta por tonos neutros y clásicos, con un poco de brillo en áreas estratégicas (lagrimal y hueso de la ceja) y sombras oscuras para dar profundidad. Según las profesionales de Escuela de Maquillaje CR, un buen consejo sería ser tan sutil en el maquillaje como vistosa sea tu gafa, por ejemplo, si te gusta combinar monturas de colores, opta por una sombra que combine con el color de tu montura. Recuerda que los tonos claros resaltan y ponen de relieve, los oscuros hunden y profundizan. Para la noche una apuesta segura y glamurosa es un maquillaje smoke en tonos grises, marrones, verde oscuro, o hasta dorado o plata, que pueden funcionar bien si mantienes el maquillaje de ojos en la misma familia.
Disimula las ojeras. Al llevar gafas tus ojeras parecerán más grandes por el efecto lupa y serán más visibles, por lo que es necesario que te hagas con un buen corrector de ojeras de larga duración y siempre un tono más claro que tu piel. Aplícalo hasta el borde de las cejas y en la zona interna del ojo con ligeros toques para cubrir bien las imperfecciones y el tono oscuro de la zona.
Potencia tus pestañas. Aplica un par de capas gruesas de máscara de pestañas de color negro o marrón muy oscuro solo en las pestañas de arriba, para evitar el efecto “pestañas de muñeca”. Para darles un toque de glamour rízalas con un rizador de pestañas. ¡Tu mirada se vera mucho más despierta!
Dale color a los labios. Guarda los brillos y los colores llamativos para los labios. Naranja, rosa o coral dan alegría para la mañana; los tonos más fuertes, como el rojo, vino o ciruela, son más adecuados para las noches elegantes. Si tu montura es negra o carey, el tono perfecto es el rojo o anaranjado. Combínalo con un maquillaje nude y te dará un toque muy juvenil y fresco.
Perfila los ojos. Utiliza para ello un lápiz marrón oscuro o negro y realiza una línea sobre las pestañas superiores para resaltar tus ojos. Si la montura que llevas es gruesa puedes hacer la línea más gruesa, si por el contrario es una montura al aire, realiza una línea menos densa. Dibújala de menos gruesa (en la zona del lagrimal) a más (en el rabillo del ojo).