Cuando pensamos en una reforma de casa, muchos de nosotros nos imaginamos una renovación de espacios con paredes nuevas, suelos pulidos, muebles modernos y tal vez alguna obra de arte en las paredes. Sin embargo, detrás de cada pequeño cambio que queramos realizar en el hogar, hay un proceso complejo que implica mucho más que simplemente colocar nuevos materiales. En este contexto, el decorador juega un papel imprescindible para transformar la visión de una casa en un hogar funcional, armónico y repleto de estilo.
A lo largo de este artículo, explicaremos cómo un decorador puede ayudarte a mejorar la estética de tu hogar y a mucho más, como a optimizar el espacio, gestionar el presupuesto y ofrecerte soluciones personalizadas para cada una de tus necesidades.
Si estás interesado en reformar, redecorar o redistribuir un espacio este artículo sin duda es para ti.
¿Qué hace un decorador en una reforma?
A menudo se confunde el trabajo de un decorador con el de un interiorista o diseñador de interiores, pero existen diferencias importantes entre estas disciplinas. El decorador es el profesional encargado de planificar la distribución y seleccionar los elementos estéticos de un espacio. Este proceso comprende la selección de colores, materiales, mobiliario y accesorios, buscando mejorar la apariencia e incrementar la funcionalidad de la vivienda.
Pero su papel no acaba ahí: el decorador se ocupa de que la reforma tenga al completa coherencia visual y que los cambios realizados se adapten a la personalidad de los habitantes. Este profesional tiene la capacidad de interpretar las necesidades del cliente y plasmarlas en una serie de recomendaciones concretas. De esta forma, si el decorador se encuentra con un cliente que fue marinero, intentará plasmar en la decoración de su hogar un sinfín de detalles náuticos. De igual forma, si el decorador debe trabajar con una familia, tendrá en cuenta las necesidades y personalidades de cada miembro de la casa, desde el más pequeño hasta el más grande, cuidando cada detalle.
Y las habitaciones de la casa también tienen gran relevancia: la cocina, no será decorada de la misma forma que el cuarto de baño, y así con todo. De modo que, para profundizar un poco más, aclararemos que el decorador se encarga de:
- Optimizar los espacios.
Uno de los principales obstáculos durante una reforma es el aprovechamiento adecuado del espacio. Las viviendas no siempre tienen la distribución ideal, y un decorador tiene la habilidad para redistribuir estancias, sugerir soluciones de almacenamiento y proponer opciones de organización que transformen los espacios pequeños en áreas más funcionales.
En un espacio pequeño, por ejemplo, puede recomendar muebles multifuncionales, como sofás cama o mesas extensibles, que permitan que el espacio sea más versátil sin sacrificar la estética. Si la vivienda cuenta con estancias amplias, el decorador puede aportar ideas para dividir el espacio sin perder amplitud ni luz natural.
Además, un decorador tiene en cuenta la circulación de las personas, asegurándose de que los espacios sean cómodos, accesibles y ergonómicos. La distribución de los muebles, el flujo de las habitaciones y la interconexión entre ellas son aspectos importantes que se pueden mejorar notablemente con la intervención de un profesional.
- Asesoramiento en materiales y acabados.
Los materiales son grandes protagonistas en cualquier reforma, y por desgracia no se les da la importancia que merecen. ¿Por qué decimos esto? Pues porque a veces, elegir entre diferentes opciones puede resultar una tarea abrumadora debido a la gran cantidad de alternativas disponibles en el mercado. Aquí es donde el decorador entra en juego, ofreciendo su experiencia y conocimientos para seleccionar los materiales adecuados según el estilo deseado y las necesidades de cada habitación.
Por ejemplo, en una cocina, es necesario elegir materiales resistentes, fáciles de limpiar y duraderos, como cerámicas o porcelanatos. Un decorador puede recomendar opciones que encajen con el diseño general, el color de los armarios y los electrodomésticos. Además, el decorador sabe cómo combinar texturas y acabados, desde las paredes hasta los detalles más pequeños, como la elección de los tiradores o los marcos de las ventanas.
En los dormitorios, se pueden implementar materiales más cálidos, como la madera o tejidos suaves, mientras que en el salón se pueden elegir acabados modernos, como el vidrio y el acero. Cada material tiene una función específica y debe ser seleccionado con cuidado para mantener el equilibrio entre estética y funcionalidad.
- Creación de ambientes personalizados.
Uno de los aspectos más interesantes de trabajar con un decorador es la capacidad que tiene de crear ambientes personalizados. No se trata solo de llenar espacios vacíos con muebles, se debe crear un ambiente que transmita la personalidad de los habitantes de la casa, y para ello, como recalca Muebles Morte, el asesoramiento de un especialista es lo más acertado.
Este proceso comienza con una entrevista detallada en la que el decorador pregunta sobre tus preferencias, colores favoritos, hábitos diarios y las emociones que deseas evocar en cada habitación. Ya sea un estilo más minimalista, industrial, bohemio, moderno o clásico, el decorador sabe cómo hacer que tu visión cobre vida.
Además, el decorador se ocupa de integrar diferentes estilos y elementos en una única propuesta sin que el espacio pierda armonía. Por ejemplo, puede mezclar muebles antiguos con toques modernos o combinar diferentes estilos de lámparas y accesorios sin sobrecargar el ambiente: hay muchas opciones a tener en cuenta.
- Gestión del presupuesto y el tiempo.
Otro aspecto a tener en cuenta en cualquier reforma es la gestión del presupuesto. A menudo, nos encontramos con que los gastos pueden dispararse cuando no hay una planificación adecuada, pero este problema tiene solución: una vez más, con la ayuda de un decorador podemos ponerle solución.
Además, el decorador dispone de contactos con proveedores y marcas que pueden ofrecerte materiales y mobiliario de calidad a mejores precios. Sin duda, su experiencia en el mercado les permite encontrar soluciones que se ajusten a tus expectativas sin sobrepasar el presupuesto establecido.
El decorador también es responsable de coordinar las tareas con los otros profesionales involucrados en la reforma, como albañiles, pintores o electricistas. De esta forma, puede asegurarse de que los plazos se cumplan y que todo el proceso se realice de manera eficiente.
- La importancia del detalle.
Aunque no lo creas, los pequeños detalles son los que destacan en una reforma. Ya sea la elección de los cojines hasta la disposición de las obras de arte en las paredes, todo cuenta para conseguir un ambiente equilibrado y armonioso. El decorador tiene el ojo entrenado para reconocer esos detalles que pueden pasar desapercibidos para muchas personas pero que son importantes para dar el toque final a una reforma.
Por ejemplo, puede sugerir la colocación de espejos en ciertos lugares para reflejar la luz natural y hacer que el espacio parezca más grande, o elegir el tipo de cortinas que mejor se adapten a la luminosidad de la habitación. Sea como sea, cada detalle cuenta en la percepción global del espacio, y el decorador sabe cómo hacer que todos estos elementos trabajen juntos.
- Reciclar es más viable.
Hoy en día, la preocupación por el medio ambiente es un tema candente en todas las reformas y renovaciones de viviendas, y con razón. En este ámbito, los decoradores están cada vez más comprometidos con la utilización de materiales respetuosos con el planeta, reciclados o de bajo impacto ambiental. Ellos se encargan de recomendarnos productos acertados, como pinturas sin compuestos tóxicos o muebles fabricados con materiales reciclados, ya que un decorador puede orientarte en la elección de productos que respeten el medio ambiente sin renunciar a la calidad y el diseño.
Además, un decorador puede recomendarte opciones que ayuden a mejorar la eficiencia energética de tu hogar, como el uso de sistemas de iluminación LED o la selección de materiales que favorezcan el aislamiento térmico. De este modo, no solo apoyarás al bienestar del planeta, ya que también podrás reducir los gastos energéticos de tu hogar a largo plazo.
La tecnología es también cada vez más importante en la decoración de interiores. Hoy en día, la domótica está al alcance de casi todos, y un decorador puede llegar a incorporar soluciones tecnológicas en la reforma de tu casa para mejorar tu calidad de vida. Hoy en día, hay de todo: sistemas de iluminación inteligentes, termostatos controlados por voz, etc. Las mejoras tecnológicas pueden llegar a darte una comodidad que hace años no podíamos llegar ni a imaginar.
Actualmente, los decoradores tienen el conocimiento necesario para integrar estas soluciones tecnológicas de manera estética y funcional, asegurando que la tecnología se convierta en una parte natural del diseño sin sacrificar la estética general del espacio.
Por todo eso, si estás planteándote realizar una reforma en tu hogar, contar con un decorador profesional puede significar un punto de inflexión entre un proyecto bien ejecutado y uno que no cumpla tus expectativas. La clave está en encontrar a un decorador que entienda tus gustos y necesidades, que gestione tu presupuesto de manera efectiva y que transforme tu casa en el hogar que siempre quisiste.