¿Existe un café que se recoge de los excrementos de elefantes?

El café es la segunda bebida más consumida en el mundo, ya que la primera es el agua. Esta bebida aporta múltiples beneficios para el organismo que son: aumenta la energía, mejora el estado de ánimo, reduce la cantidad de grasa corporal, se asocia con un menor riesgo de diabetes tipo 2, disminuye la posibilidad de sufrir enfermedades neurodegenerativas, combate la depresión, contiene nutrientes esenciales, reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer…

Esta bebida se obtiene a partir de los granos tostados y molidos de los frutos del cafeto. Los profesionales de Cafés Santa Rosa aconsejan que compres café en grano natural y tostado de forma artesanal, porque tiene un sabor único.

Si no sabes a qué hora tomar café, un estudio informa que los efectos de la cafeína no se notan tanto entre las 8 y 9 de la mañana, porque es cuando más altos están los niveles de cortisol, que es una hormona asociada al estrés.

El café también hace menos efecto entre las 12 y 13 horas, o entre las 17.30 y 18.30 horas. Los expertos explican que si ya estás muy activado, no es recomendable tomar café porque genera más estrés.

Si quieres tomar un café pero no estresarte opta entre las 9.30 y 11.30 horas, porque es cuando el cortisol baja, pero disfruta de esta bebida después de haber ingerido alimentos.

Un estudio de la universidad de Harvard ha descubierto que el riesgo de sufrir depresión disminuye cuando aumentamos el consumo de café. En el estudio las mujeres que consumieron cuatro o más tazas de café al día desarrollaron la depresión en un 20% menos.

«Desde un punto de vista botánico, el café pertenece, de forma ascendente al género Coffea, dentro de la familia de las Rubiáceas. Una familia botánica con unos 500 géneros y más de 6.000 especies. En el género Coffea, los diferentes cafetos se clasifican por especies y dentro de estas por variedades. Aunque existen más de setenta especies, las más comercializadas son cuatro o cinco, representando las dos primeras (Coffea arábica y Coffea canéfota), la práctica totalidad del cultivo», informa la Asociación Española del Café (AECafé).

Un dato muy curioso es que hay un tipo de café que se prepara con excrementos de elefantes. Blake Dinkin, quería crear un café de calidad a partir de granos ingeridos y defecados por un elefante.

«Cuando por primera vez probé el café del primer experimento, en febrero de 2003, supe perfectamente con el primer sorbo a qué sabe y huele un elefante. Fue horrible», explica Dinkin.

Aunque él continuó en su intento, ya que el canadiense quería crear una industria más sostenible. «Entonces fue cuando escuché que en época de sequías, los elefantes salen de la selva y se adentran en plantaciones de café en busca de comida. Esto crea un conflicto con los agricultores y muchos animales mueren envenenados», dice el empresario.

A lo largo de diez años y tras viajar por todo el mundo, Dinkin decidió quedarse en Tailandia. En la actualidad su producción se encuentra en el poblado de Ban Ta Klang , en la oriental provincia de Surin.

«Pensaba que iba a ser fácil: darle al elefante unas bayas para comer, que salieran, limpiarlas y secarlas, pero no fue así. Fue mucho más complicado, hasta 2011 no encontré un resultado que me satisfacía y aún trabajé más para mejorarlo. Hay gente que me ha tratado de copiar, pero todos en pocas semanas paran», señala Dinkin.

El empresario trabaja con 27 elefantes que viven con familias pobres, ya que en Ban Ta Klang hay cerca de 300 elefantes utilizados en el sector agrícola y el turismo.

Las familias recogen uno a uno los granos de café que se encuentran en las boñigas de los paquidermos a cambio del pago de 350 baht, es decir 10 dólares o 9,3 euros por kilo .

Los elefantes consumen una cantidad de bayas de café que suponen menos del 1 por ciento de su alimentación diaria. «Las enzimas del estómago eliminan las proteínas, responsables del amargor del café, y las bayas marinadas con el jugo de frutas y otras hierbas que se fermentan en el vientre crean un sabor más dulce y agradable con aromas afrutados», indica el canadiense.

Por cada 33 kilos de granos de café que consumen los elefantes, el empresario solo recupera uno, ya que la mayoría se pierden cuando se bañan en el río o mientras caminan por la selva.

Cien gramos de este café puede costar 180 euros y se puede degustar en hoteles de cinco estrellas y restaurantes con estrella Michelin. El creador de este café dona un porcentaje de sus beneficios a una organización para el cuidado de los elefantes.

«A pesar de todos los dolores de cabeza y aunque me tocara mañana la lotería, seguiría haciendo lo que hago. Amo a estos animales y amo mi trabajo», explica Dinkin.

Últimas Publicaciones